¿Dejar escapar el talento de tu organización? ¡Eso sí que da miedo!
Halloween, un día terrorífico que tiene más en común con los Recursos Humanos de lo que puedes imaginar. Pero algo que nos parece más terrorífico aún que Halloween, es dejar escapar el talento de una organización. En muchas ocasiones, responsables o directivos no son conscientes de ello y dejan marchar a personas con grandes habilidades o, simplemente, no fomentan su talento.
Para que esto no ocurra, en este artículo te dejamos 7 errores que debes evitar:
7 errores que evitar para NO perder Talento en tu Empresa
1. No actualizarse: renovarse o morir (¡y esto también es aplicable en Recursos Humanos!)
Nos encontramos en una sociedad expuesta al cambio constante en la que hoy, algo que es primordial, mañana puede no existir. Si a ello le sumamos la rapidez con la que podemos cambiar y recibir información a través de las redes, hemos de ser adaptativos y capaces de actualizarnos constantemente.
Adaptarse a las nuevas tecnologías es muy importante no solo para dar un buen servicio a los clientes de la empresa, sino también para retener y atraer talento de calidad.
Si te aterra no saber utilizarlas correctamente, aquí te dejamos una serie de pasos para impulsar la transformación digital desde Recursos Humanos.
2. No comunicarnos bien
De nada nos servirá tener el mejor producto o servicio si nuestra comunicación, tanto interna como externa, no proyecta lo que somos.
- Comunicación interna: La comunicación dentro de la compañía es esencial para que esta comparta la misma misión, visión y valores. Además, se trata de un aspecto clave para poder crear un buen clima laboral y evitar la pérdida de talentos (¡que no te den calabazas!).
La teoría parece sencilla, pero ¿cómo aseguro una buena comunicación dentro de mi organización? Te dejamos algunos consejos para ello.
- Comunicación externa: La digitalización y nuevas tecnologías de las que se hablaban antes, pueden ser un puente para conseguir que la identidad y personalidad de la compañía llegue a miles de personas a través de distintos medios.
Las redes sociales son el escaparate de nuestra organización para cada vez más personas, una ventana que nos da la oportunidad de ofrecer contenidos de interés y gratuitos para nuestro público. Y eso, debemos aprovecharlo de la mejor forma.
¡Pero cuidado! El terror puede volver a nosotros si no comunicamos correctamente lo que somos y llevarnos a malentendidos y crisis reputacionales.
3. El terror de la opacidad
La transparencia de la organización es necesaria para que las personas de esta se sientan parte de ella, estén motivadas y conciban que su trabajo es valorado. Esta transparencia se conseguirá principalmente a través de la buena comunicación interna.
Que sientan que no se les está ocultando nada. Vaya, que no haya ni truco ni trato por parte de la compañía.
4. Crear empleados zombis
Personas que deambulan por las oficinas sin tener constancia de ello. En muchas ocasiones pueden parecer un trabajador más y consiguen infiltrarse entre nosotros. ¡Además pueden contaminar a parte del equipo!
¿Qué podemos hacer para evitar que los empleados se conviertan en zombis?
- Dar ejemplo: la mejor forma para detectar a los empleados zombis es mezclarse con ellos. Consigue que los jefes y responsables del proyecto tengan una comunicación eficaz y constante con sus equipos.
- Mantenerles motivados y reconocer su trabajo: igual que los niños en Halloween esperan caramelos en las puertas de las casas, las personas esperamos que se nos reconozca nuestro trabajo y esfuerzo. Esto nos hace seguir trabajando motivados y dar lo mejor de nosotros.
- Crear un espacio agradable, en el que las personas se encuentren a gusto. El ambiente de las instalaciones y las condiciones de trabajo importan, y mucho. Ya sabes… si hay un ambiente “sucio”, las probabilidades de epidemia de zombis son mayores. Mantén espacios abiertos, limpios y colaborativos.
¿Cómo? En muchas ocasiones son cosas tan simples como tener unas sillas cómodas, buena iluminación, que exista un espacio de descanso, etc. Todos estos pequeños detalles ayudan a que los trabajadores estén cómodos y se sientan motivados para rendir más y mejor.
- Crear ambiente de equipo: Imagina la típica escena de película de miedo en la que una persona va sola caminando a oscuras, justo hacia la habitación en la que se ha oído un ruido.
¿Verdad que esto sería mucho menos terrorífico si esta persona fuese acompañada por un grupo? Lo mismo ocurre en las compañías. Si los empleados tienen la sensación de que su trabajo tiene un objetivo común y hay sentimiento de equipo, trabajarán mejor. Promover la relación entre las personas de la compañía, por ejemplo, a través de actividades fuera de la oficina, nos ayudará en ello.
5. Hacer ghosting
Si no conoces este concepto, se trata de un derivado de la palabra “ghost” (“fantasma” en español), que hace referencia a cortar toda comunicación con alguien con el que se mantiene una relación de cualquier tipo.
Puede que lo hayas vivido alguna vez en un proceso de selección: envías tu CV a una oferta de trabajo, pero parece que al otro lado solo hay un fantasma.
Como Recursos Humanos, se debe dar respuesta, lo antes posible, a todos los candidatos que se han inscrito a una oferta o se les ha hecho una entrevista. No hay nada más decepcionante que no recibir el feedback del estado de tu candidatura, ¡incluso el “no” es mejor!
6. No hacer el correcto onboarding
Nada más aterrador que sentirse perdido en cualquier aspecto de nuestra vida. Para una película de miedo está bien… pero en la compañía todos los trabajadores deben tener sentimiento de pertenencia y control y no de todo lo contrario.
¿Cómo podemos asegurarlo? Recibiendo a las nuevas incorporaciones de la organización con un buen onboarding. “El onboarding es el mecanismo mediante el cual los nuevos empleados adquieren los conocimientos, habilidades y comportamientos necesarios para convertirse en miembros efectivos de la empresa.”
Podemos pensar que poco a poco las personas irán adaptándose y conociendo la empresa solas, pero en ocasiones no es así. Conocer no solo su departamento, sino el trabajo que realizan el resto de los equipos, el funcionamiento global de la compañía, formarles sobre el producto o servicio de esta, etc., nos parecen aspectos fundamentales, y los primeros días y semanas son cruciales para ello.
7. No invertir en formación y desarrollo
Muy relacionada con la motivación de los empleados, se encuentra la formación y la apuesta por su desarrollo. La inversión en formación y desarrollo de los empleados de la compañía mejorará sus habilidades y competencias, favorecerá su sentimiento de motivación y, por lo tanto, su productividad.
El 70% de las compañías están reevaluando sus procesos de gestión de competencias y desarrollo. Y es que, realizar evaluaciones de competencias continuamente puede ayudar a detectar carencias formativas.
Lo mejor en estos casos es llevar a cabo un plan de desarrollo de formación, cuyos objetivos son:
- Suplir carencias de los trabajadores en sus puestos de trabajo.
- Desarrollar el talento de las personas de la organización.
- Mejora la calidad de vida laboral.
- Crear trabajadores polivalentes con diferentes habilidades y planes de reemplazo.
- Conseguir equipos más productivos.
- Mejorar imagen de la empresa y retención del talento (Employer Branding).
- Elaborar de planes de carrera y desarrollo profesional.
- Plantilla formada y adaptada a las necesidades del mercado.
- Aumentar la rentabilidad de la compañía.
Si como directivo te asusta esta idea, recuerda que invertir en formación es invertir en la organización.
Digital Marketing & Content Specialist. Forma parte del equipo de Marketing y Comunicación de Endalia.