No hay una receta perfecta que nos indique cómo construir equipos de alto rendimiento, pero bien es cierto que existen una serie de buenas prácticas compartidas entre los equipos que destacan por su alto desempeño en las organizaciones. A continuación, compartimos dichas claves para gestionar equipos de alto rendimiento.
8 claves para construir equipos de alto rendimiento
- 1. Establecer estándares exigentes para equipos de alto rendimiento
- 2. Seleccionar a los miembros del equipo por sus habilidades actuales y potenciales
- 3. Prestar atención a primeras reuniones e interacciones
- 4. Establecer claras reglas de conducta
- 5. Fijar y ejecutar tareas y objetivos vinculados al desempeño
- 6. Desafiar al equipo con nueva información
- 7. Pasar tiempo juntos.
- 8. Utilizar el feedback positivo y los reconocimientos.
1. Establecer estándares exigentes para equipos de alto rendimiento
Cada miembro ha de creer que el equipo tiene propósitos valiosos y de urgencia, y deben saber cuáles son las expectativas. Cuanto más claras estén dichas expectativas, mayor probabilidad hay de que el equipo llegue a maximizar su desempeño y rendimiento. Los equipos trabajan mejor en un contexto de urgencia y desafiante. Es por ello que las organizaciones con fuertes éticas de rendimiento suelen formar equipos rápidamente, con unos objetivos bien delimitados.
2. Seleccionar a los miembros del equipo por sus habilidades actuales y potenciales
Es improbable que un equipo logre las metas si no tiene las habilidades adecuadas para conseguirlas. En muchas ocasiones, los equipos definen las habilidades que necesitan tener después de formarse. El ejecutivo debe escoger a las personas por sus habilidades existentes, así como por su potencial para desarrollarlas y adquirir nuevas.
3. Prestar atención a primeras reuniones e interacciones
Las primeras impresiones siempre son cruciales y tienen gran significado. Cuando los potenciales equipos se juntan las primeras veces, cada miembro observa las señales y actuaciones de los otros para confirmar o disipar preocupaciones y supuestos. Especialmente, prestan atención a aquellos con autoridad en el grupo: managers, directivos o líderes con capacidad de decisión sobre el resto. No es solo importante lo que los líderes digan, sino también lo que hagan. Por ejemplo, si un líder abandona la reunión de equipo para contestar una llamada, los miembros entenderán el mensaje que, a su vez, puede estar abierto a diferentes interpretaciones.
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4. Establecer claras reglas de conducta
Los equipos de alto rendimiento eficaces desarrollan claras reglas de conducta desde el inicio con el objetivo de lograr sus propósitos de desempeño. Por ejemplo, unas buenas reglas de conducta pueden vincularse a la asistencia (tratando de evitar en la medida de lo posible las interrupciones como son llamadas telefónicas durante las reuniones), la discusión y argumentación, la confidencialidad, el enfoque analítico, la orientación a la tarea y al resultado final y, lo más relevante, hacia la aportación de cada uno.
5. Fijar y ejecutar tareas y objetivos vinculados al desempeño
Los equipos de alto rendimiento hacen seguimiento de sus avances a fin de conseguir hitos claves vinculados con su desempeño y rendimiento. Estos hitos se pueden fijar estableciendo objetivos de equipo/departamento que sigan la filosofía SMART (objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y orientados al tiempo). No existe un buen equipo sin objetivos de desempeño y, cuanto antes se llegue a los primeros resultados, antes podrá consolidarse el equipo.
6. Desafiar al equipo con nueva información
La nueva información hace que un equipo se enriquezca y redefina constantemente. La investigación y la búsqueda de información regularmente hace que los equipos mejoren en la configuración de sus propósitos comunes. No hay que dar por hecho que el conocimiento está solo en el equipo, en la experiencia colectiva de sus miembros. Es necesario profundizar sobre los hechos que van aconteciendo y que afectan al equipo. El líder del equipo debe fomentar la investigación y búsqueda de nueva información.
7. Pasar tiempo juntos.
Los buenos equipos se dan tiempo para aprender a ser realmente un equipo. Deben pasar tiempo juntos, tanto de forma programada como casual, ya que esto activa la compenetración creativa y personal. Hay ocasiones en las que los ejecutivos ocupados minimizan intencionadamente el tiempo que pasan con sus equipos. Pero es necesario hacer el esfuerzo y, además, este tiempo no tiene por qué ser siempre en proximidad física, pueden utilizarse comunicaciones electrónicas, aplicaciones de mensajería, llamadas telefónicas… que también tienen un papel importante, ya que son interacciones que fortalecen al equipo.
8. Utilizar el feedback positivo y los reconocimientos.
El refuerzo positivo es vital. Ayuda a construir nuevas conductas cruciales para que los equipos de alto rendimiento logren cumplir con sus objetivos de desempeño. Existen diversas y variadas maneras de reconocer el desempeño y las contribuciones de los miembros del equipo, más allá de la contribución directa. Además, al final, la satisfacción compartida por un buen equipo ante la consecución de su propio desempeño se convierte en la recompensa más preciada entre sus miembros.
Digital Marketing & Content Specialist. Forma parte del equipo de Marketing y Comunicación de Endalia.